El procedimiento como tal normalmente se realiza bajo anestesia general, y consiste en realizar una incisión baja en el abdomen a través de la cual se “despega” la piel y la grasa del plano muscular hasta llegar a la altura de las costillas. Teniendo el musculo expuesto se realiza una sutura (plicatura) para fortalecer la pared abdominal, y se procede a retirar el exceso de piel y grasa. Se realiza la sutura con material absorbible y se termina reconstruyendo la cicatriz umbilical y posicionando un drenaje para evitar la acumulación de liquido debajo de la piel.